
En la infancia me gustaba desdoblarme y convertirme en varias personas, imitando personajes reales o inventados, podía ser niño o niña, adolescente, adulto, actriz, cantante, incluso alguna vez me convertí en delfín.
Durante la adolescencia adquirí la extraña costumbre de dirigir todos mis pensamientos a la 2ª persona del plural, es decir, empecé a dirigirme a Ustedes... hasta la fecha lo sigo haciendo.
Muchas veces imagino que estoy en un escenario con duela desgastada y que un gran reflector me apunta todo el tiempo hacia cualquier parte que me muevo. La intensa luz no me permite verlos a “ustedes”, pero todo el tiempo están ahi observando. No me he podido escapar, ahi estoy yo, irremediablemente haciendo mi teatro de la vida, a veces presentándoles actos realmente estúpidos y en otras ocasiones escenas que rayan en lo inteligente; otras, simplemente estoy trepada en el banquito compartiéndoles un monólogo ocioso.
Muchas veces les he dicho "¡como la ven! ¿eh?", o les pregunto "¿que harían ustedes?" "A ver ¿que opinan de tal o cual cosa?"
Durante la adolescencia adquirí la extraña costumbre de dirigir todos mis pensamientos a la 2ª persona del plural, es decir, empecé a dirigirme a Ustedes... hasta la fecha lo sigo haciendo.
Muchas veces imagino que estoy en un escenario con duela desgastada y que un gran reflector me apunta todo el tiempo hacia cualquier parte que me muevo. La intensa luz no me permite verlos a “ustedes”, pero todo el tiempo están ahi observando. No me he podido escapar, ahi estoy yo, irremediablemente haciendo mi teatro de la vida, a veces presentándoles actos realmente estúpidos y en otras ocasiones escenas que rayan en lo inteligente; otras, simplemente estoy trepada en el banquito compartiéndoles un monólogo ocioso.
Muchas veces les he dicho "¡como la ven! ¿eh?", o les pregunto "¿que harían ustedes?" "A ver ¿que opinan de tal o cual cosa?"
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Creeran que entonces alcanzo a escuchar buenos debates entre ustedes, varias voces a favor y otras en contra, murmullos, abucheos y sugerencias, pero al final siempre acabo haciendo lo que se me pega la gana.