jueves, marzo 12, 2009

CHAI

Hace algunos meses “descubrí” el Te Chai, una rica mezcla de especias que sueltan su esencia en agua y que se complementa con un chorrito de leche.

Una bebida aromática, sugerente y bondadosa, me atrevería a decir que casi es benigna para el alma. Hay ocasiones, como hoy que ¡Quisiera bebérmelo todo, de un solo trago!

Pero miro el contenedor y hago un esfuerzo por no hacerlo así.

Tomo muy despacio un sorbo y lo mantengo en mi boca, imagino que mi lengua se convierte en un pez pequeño que juega en ese entorno, en su textura, su temperatura, se agita y remueve su delicado sabor tratando de adivinar en que ingrediente reside la magia ¡Alquimia que fascina mi gusto!

Pasan sólo unos segundos antes de que la infusión emprenda su camino por el obscuro túnel de mi garganta. Es un instante breve, si, pero suficiente para dejar impregnado su rico sabor y perfume en mi paladar.

Una mustia sonrisa, apenas un botón, florece en mis labios. Vuelvo a dosificar el líquido con otro sorbo, dejo que mis sentidos cavilen entre distintas emociones; el imaginario animalito acuático sigue aleteando entre cardomomo, jengibre, canela y anís; ansioso reparte la bebida en traguitos que caen dentro de mí, hasta que desaparecen de mi boca.

Respiro profundo, con alivio, casi como si de un suspiro se tratara… porque sè que aún puedo saborearlo. Más que una certeza, me invade algo parecido al presentimiento, al mirar nuevamente el recipiente, todavía queda bálsamo bebible.

No se cuantos sorbitos más queden, lo único que se me ocurre es racionarlo hasta donde sea posible… con el deseo de que dure mucho tiempo.

mPain - Mzo 2009


Té en el Sahara (contigo)


martes, marzo 10, 2009

iPod a las 02:30 AM

Breve... contundente.

The Organ - Sinking Hearts

lunes, marzo 09, 2009

Sin justificaciones... pero

Este blog, que tanto tiempo estuvo abandonado, ahora se destiñe un poco.

Le estoy dando un giro para dar paso tanto a claridad como a oscuridad, dos amigas mías que sazonan bien la aburrida cotidianeidad.

Les comparto pues un ¿cuento?, que armé con frases sueltas anotadas en distintos momentos a lo largo de los últimos meses.

Saludos Cordiales,

MP

FRACTURADO

Lleva largo tiempo repasando mentalmente la escena de aquel encuentro furtivo, segmento por segmento: cada palabra, cada sonido, cada roce… la luz del sol cayéndoles sobre el rostro, haciendo innegable la realidad del suceso. Y ese guiño encantador e indescriptible que, en realidad, presagiaba el principio del fin.

Golpecitos sobre el vidrio de la ventana le hacen regresar al silencio de su habitación, ha empezado a llover con desgano. Tanta quietud se hace insoportable, serenidad paradójica, que sólo trae consigo ansiedad y una fuerte opresión que le fractura el pecho.

Se bebe el último sorbo de alcohol y coloca el vaso vacío sobre el buró. Enciende el penúltimo cigarro de la cajetilla. Se deja caer suavemente sobre la soledad de su cama.

La profunda bocanada distiende sus pulmones y sus falsas alas, se eleva en un vuelo casi placentero, hacia el interior, donde reside lo innombrable de sus deseos.

Incapaz de articular la voluntad, permanece inmóvil, se convierte en suicida que va narrando su propia muerte, describiendo obsesivamente el entorno, aumentando detalles, alargando el tiempo, la agonía.

Tiene la sensación que todo ha sido un sueño muy vívido, o, posiblemente, tan sólo se trate sólo de un recuerdo muy viejo.

Una brasa le quema el dorso de la mano y el dolor se transforma en ira. Sus ojos se clavan en los ojos del espejo que le miran con saña y responde con una sonrisa torcida.

¡Ahora quiere ser como el asesino que planea meticulosamente y cuadro por cuadro la manera más efectiva de acabarlo todo!

Repentinamente, sabe que hacer.

Texto y foto - Marie Pain 2009

viernes, marzo 06, 2009

Esta noche me hubiera gustado escribir una canción

Marie Pain me llamaron juguetonamente en la adolescencia, sin saber lo agridulce del sobrenombre, dolor en inglés, pan en francés.

Amo la música de una manera entrañable… así, tal cual, desde las entrañas.

Esta noche quise tomar una guitarra, cerrar los ojos y que las notas fluyeran formando una tonada, pero, no supe como hacerlo; entonces recordé que nunca lo he sabido y sentí pena. Recordé la música y las palabras de otros, encontré una canción que hoy, parece escrita para mí, pero no fue posible colocarla en el espacio vacío de este sitio.

A estas horas, otra vez a estas horas del nuevo día que todavía no amanece, no tuve otra opción más que enfrentarme, a la hoja en blanco, a la tinta y el papel imaginarios que se despliegan en mi computadora para escribir.

Hace horas que las bocinas del transmisor callan y yo sigo escuchando la misma canción repetirse una y otra vez en mi cabeza, en algún recoveco del alma, vibra en la piel, en las letras que ahora mismo escribo. Una y otra vez con ritmo de poesía, una y otra vez como murmullo de una canción de cuna… y, por ratos, tan fuerte e intensa como un himno de batalla.

Demasiada calma, demasiado silencio que acentúan el canto marcial aquí dentro, bélico en sus notas y en su forma, para apresurar la marcha del recluta hacia la cruel lucha entre la conciencia y la inconsciencia.

El frio nocturnal cala los huesos y, sin embargo, la sangre fluye tibia y liviana mientras la luna vuelve a crecer, intensa, luminosa, noche tras noche. La contemplo sin decir nada, a nadie… tan sólo contengo un aullido antes de la luna nueva.

Un nuevo ciclo.

Foto - Marie Pain
Febrero 7, 2009